De cara al comienzo del año nuevo estamos preparando los nuevos calendarios. Presentamos algunos de los calendarios que existen. Primero debemos conocer de donde proviene el calendario, porque nuestro calendario actual está basado en el Calendario Juliano, para eso nos tenemos que remontar a la Época Romana.
Los primeros en utilizarlo fueron los Egipcios que tomaban como referencia el sol. Este sistema de medida del tiempo se basa en los movimiento de la tierra alrededor del sol. Julio César al conocer este tipo de calendario encargó que se diseñase uno nuevo para el Imperio Romano. Éste tenía una duración de 365 días y un día adicional añadido cada tres años, para compensar el desfase natural. Los meses del año provienen del Latín «mensis» y consiste en que cada uno de los doce períodos en los que se divide el año, tiene relación con las doce constelaciones del zodíaco.
A lo largo de la historia el calendario ha ido sufriendo modificaciones y se ha convertido en un elemento que lo encontramos en nuestro día a día. Su forma y estilo se ha ido adaptando a las modas. Desde el tiempo de los Romanos que se usaba de forma estratégica para el campo militar hasta hoy en día, que prácticamente no reparamos en él.
También podemos encontrar el Calendario Tradicional Chino. Éste calendario es Lunisolar, combina el sistema lunar y solar, utilizando el mes como unidad de medida. Para poder adaptarse a la duración real del año Lunisolar añaden un mes cada tres años. Aunque en la actualidad utilizan el Calendario Gregoriano, todavía se emplea el Tradicional para establecer las fechas de los festivales tradicionales.
Otro tipo de calendario es el Hebreo. Se basta en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol, como en el de la Luna al rodear a la Tierra. En la actualidad por las que se rigen por las festividades judías, se basa en un complejo algoritmo que permite predecir las fechas exactas de luna nueva.